miércoles, 6 de abril de 2011

¡Eso es amor! quien lo probó lo sabe.

 
  

  Lope de Vega fue un poeta madrileño perteneciente a una familia humilde y uno de los escritores más importantes del siglo XVII. Tuvo una vida agitada y llena de amores. Fue desterrado de la corte por publicar unos escritos difamatorios contra Elena Osorio (comedianta de la época a la que llama Filis en sus poemas). Cuando es indultado del destierro vuelve a ser procesado por un amancebamiento con Antonia de Trillo.

Dulce Filis, si me esperas,
de favor has de ir mudando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.

Si fías en mis amores,
pon en sus llamas sosiego,
y si burlas de mi fuego,
no le atices con favores.

No es bien que encenderme quieras
sin favor de cuando en cuando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.

A las del infierno ardiendo
es mi pena semejante,
que con el manjar delante
estoy de hambre muriendo.

Con tu esperar desesperas,
pues el favor que vas dando,
es mucho para burlando,
y poco para de veras.

Si mandas, ¿por qué no das?
si lo has de dar, dalo junto,
y si junto, dalo a punto,
y si no, no mandes más.

No es bien que engañarme quieras
con favor de cuando en cuando,
que es mucho para burlando,
y poco para de veras.




Se alistó en el ejército y partició en dos expediciones militares. A su regreso es secretario de algunos hombres importantes como el duque de Alba.







  
Lope se casó dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa), con la que contrajo matrimonio por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid; y con Juana de Guardo en 1598. Aparte de estos dos matrimonios, su vida amorosa fue muy intensa, ya que mantuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus amantes se puede citar a Marina de Aragón, Micaela Luján (Camila Lucinda) con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope Félix, y Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya citadas anteriormente.


Como ya sabemos, Lope de Vega escribe sus poemas generalmente partiendo de sus experiencias personales (anticipándose así a la poesía moderna), además apuesta por la sencillez de los versos para hacerlos accesibles a todos aunque no rechaza el adorno formal ni la literatura de Gongora.
Vamos a leer y comentar algunos de sus poemas más conocidos:

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

  no hallar fuera del bien centro y reposo, 
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:

  huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave, 
olvidar el provecho, amar el daño:

  creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.





  
Ir y quedarse y con quedar partirse,
partir sin alma, e ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;

Arder como la vela y consumirse
haciendo torres sobre tierna arena;
caer del cielo y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;

Hablar entre las mudas soledades,
pedir pues resta sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;

Creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma y en la vida infierno.



4 comentarios:

  1. Alfredo Camargo 3ºE
    Un soneto me manda hacer Violante,
    que en mi vida me he visto en tal aprieto;
    catorce versos dicen que es soneto:
    burla burlando van los tres delante.

    Yo pensé que no hallara consonante
    y estoy a la mitad de otro cuarteto;
    mas si me veo en el primer terceto
    no hay cosa en los cuartetos que me espante.

    Por el primer terceto voy entrando
    y parece que entré con pie derecho,
    pues fin con este verso le voy dando.

    Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
    que voy los trece versos acabando;
    contad si son catorce, y está hecho.

    ResponderEliminar
  2. Enrique Almarcha 3ºE:

    Soneto de repente

    Un soneto me manda hacer Violante,
    que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
    catorce versos dicen que es soneto,
    burla burlando van los tres delante.

    Yo pensé que no hallara consonante
    y estoy a la mitad de otro cuarteto,
    mas si me veo en el primer terceto,
    no hay cosa en los cuartetos que me espante.

    Por el primer terceto voy entrando,
    y parece que entré con pie derecho
    pues fin con este verso le voy dando.

    Ya estoy en el segundo y aun sospecho
    que voy los trece versos acabando:
    contad si son catorce y está hecho.

    LOPE DE VEGA

    ResponderEliminar
  3. Profe aquí tienes el soneto de Lope de Vega:
    Se llama: Ya no quiero mas bien que solo amaros.

    Ya no quiero más bien que sólo amaros
    ni más vida, Lucinda, que ofreceros
    la que me dais, cuando merezco veros,
    ni ver más luz que vuestros ojos claros.

    Para vivir me basta desearos,
    para ser venturoso conoceros,
    para admirar el mundo engrandeceros
    y para ser Eróstrato abrasaros.

    La pluma y lengua respondiendo a coros
    quieren al cielo espléndido subiros
    donde están los espíritus más puros.

    Que entre tales riquezas y tesoros
    mis lágrimas, mis versos, mis suspiros
    de olvido y tiempo vivirán seguros.

    SARA A CUBO DOMINGUEZ. 3F

    ResponderEliminar
  4. Muy interesantes tu dos últimas entradas sobre los Siglos de Oro. Con la película de Lope hay un pequeño filón que se puede explotar, a veces el cine ayuda. Y muy bueno el artículo sobre el Madrid de la época, sobre cómo quedan vestigios en el Madrid actual... Además, les atrae mucho el enfrentamiento Góngora y Quevedo. Un saludo y gracias por la entrada que, sin duda, aprovecharé con mis alumnos.

    ResponderEliminar

¡Gracias! Tu comentario será publicado en breve