martes, 1 de febrero de 2011

Un poema para cada día (4º E.S.O)




Finalmente hemos completado la primera ronda de poemas de nuestro proyecto "Un poema para cada día". Os dejo la selección para que podáis completar el trabajo. Verdaderamente estoy muy satisfecha por el enorme esfuerzo que estáis realizando y me alegra ver cómo cada vez entendéis mejor los poemas, os acostumbráis a su musicalidad, su ritmo.
Recordad que en poesía muchas veces es más importante cómo se dicen las cosas que el verdadero contenido.


2 comentarios:

  1. Excelente trabajo. Una muy buena selección. Enhorabuena: sin duda, somos mucho más ricos después de leerla. Yo hoy quiero quedarme con el poema de Juan Gelman, "Mi Buenos Aires querido": me ha impresionado la sobriedad y la serenidad con que se expresa el poeta, sobre todo sabiendo que detrás de esas sencillas palabras se esconde la más terrible de las tragedias.
    Salud y poesía.

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  2. Pues sí, cuánto dolor y sufrimiento puede soportar un ser humano...
    Como recordaréis, ya hablamos de esto en clase, el 26 de agosto de 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva y Marcelo Ariel, junto a su nuera María Claudia, quien se encontraba embarazada de siete meses. Su hijo y su nuera desaparecieron, junto a su nieta nacida en cautiverio. En 1978 Gelman supo que su nuera había dado a luz, sin poder precisar dónde ni el sexo.

    El 7 de enero de 1990 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de su hijo Marcelo, encontrados en un río de San Fernando (Gran Buenos Aires), dentro de un tambor de grasa lleno de cemento. Se determinó también que había sido asesinado de un tiro en la nuca.

    En 1998 Gelman descubrió que su hija había sido trasladada a Uruguay y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña. A raíz de ello exigió la colaboración de los estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Andrea (Andreíta la menciona el poeta en varios poemas) fue encontrada y Gelman pudo reunirse con ella.

    Gelman lucha aún por encontrar los restos de su nuera María Claudia.

    Os dejo con un bonito fragmento de una carta esperanzadora:

    Carta abierta a mi nieto (fragmento)

    Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste...
    Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande, dije.

    Escrita en 1995 y publicada en Brecha, el 23 de diciembre de 1998

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